La operación militar estadounidense contra instalaciones nucleares iraníes marca un punto de inflexión en el conflicto entre Irán e Israel. Esta intervención directa de EE. UU. no solo intensifica la escalada bélica, sino que desencadena fuertes movimientos en los mercados de energía y genera amplias consecuencias económicas a nivel mundial.
📰 Papel de EE. UU. en el conflicto
El bombardeo de objetivos en Natanz, Fordow e Isfahan representó la primera acción militar abierta de EE. UU. en esta contienda. Aunque el ataque causó daños significativos en las instalaciones, las capacidades nucleares centrales de Irán se mantienen intactas. Al implicarse directamente, Estados Unidos eleva considerablemente el riesgo de una respuesta iraní y amplía el alcance regional del enfrentamiento.
📈 Impacto en los mercados de energía
Aumento temporal del petróleo
Inmediatamente tras los ataques, el precio del crudo Brent superó los 78 USD por barril, para luego estabilizarse alrededor de 68–70 USD cuando los envíos por el estrecho de Ormuz continuaron sin interrupción. Este paso por encima de los 100 USD es una posibilidad real si Irán decide cerrar este estrecho, arteria vital que canaliza cerca del 20 % del petróleo mundial. Un bloqueo prolongado tendría un efecto dominó inflacionario en la economía global.
💵 Repercusiones económicas globales
Inflación y crecimiento
Un alza del 10 % en los precios del crudo añadiría cerca de 0,4 puntos porcentuales a la inflación mundial. Si el estrecho de Ormuz permanece cerrado durante semanas, el mundo afrontaría una recesión global junto con altos niveles de inflación, un escenario de “stagflación” que dificultaría aún más la recuperación económica.
Mercados financieros
El nerviosismo se reflejó en oleadas de compra de activos refugio, como bonos soberanos y dólar estadounidense, mientras los índices bursátiles, tras una fuerte volatilidad inicial, recuperaron parte de sus pérdidas. Sectores como energía, aviación, transporte y turismo, no obstante, sufrieron un aumento de costes operativos y primas de seguro más elevadas.
💰 Costes directos para los países involucrados
- Israel: mantiene gastos militares diarios que pueden superar los cientos de millones de dólares; una prolongación del conflicto podría mermar hasta el 20 % de su PIB.
- Irán: además de las reparaciones, la economía ya acorralada por sanciones vería agravados sus problemas de liquidez, inflación y caída de ingresos petroleros.
- Estados Unidos: una intervención de largo plazo podría costar billones de dólares, complicando la lucha contra la inflación doméstica y limitando el margen de maniobra de la Reserva Federal.
🔮 Escenarios futuros
- Desescalada rápida
- La reanudación de los envíos de crudo y la calma geopolítica permitirían una ligera relajación de la inflación y la posibilidad de recortes de tipos de interés.
- Confrontación limitada
- Incidentes esporádicos en rutas clave del petróleo elevarían los precios hasta 90–120 USD el barril y mantendrían una presión moderada sobre la economía.
- Conflicto abierto
- Un cierre prolongado del estrecho de Ormuz dispararía el crudo a 130–150 USD, llevando al mundo a una crisis de suministro, inflación desbocada y recesión global.
La primera intervención militar directa de EE. UU. en el choque Irán-Israel ha sacudido los cimientos geopolíticos y económicos mundiales. La estabilidad futura de los mercados y el rumbo de la economía global dependerán de la continuidad de los envíos de petróleo por el estrecho de Ormuz y de la capacidad de contención de una escalada regional.