El fraude telefónico es una forma de estafa que utiliza el teléfono para engañar a las personas y obtener sus datos personales o bancarios. Los ciberdelincuentes se hacen pasar por representantes de entidades financieras, empresas de servicios, técnicos informáticos o incluso sorteos de regalos, y tratan de convencer a las víctimas de que les faciliten información sensible o que instalen programas maliciosos en sus dispositivos. En algunos casos, incluso graban la voz de las personas que responden “sí” a sus preguntas y la usan para suplantar su identidad y realizar contratos o compras fraudulentas en su nombre.
¿Qué es el vishing?
El vishing es un tipo de fraude telefónico que se basa en la técnica de la ingeniería social, que consiste en manipular psicológicamente a las personas para que hagan lo que el estafador quiere. El vishing combina el uso del teléfono con otras técnicas como el spoofing, que permite falsificar el número o el nombre del emisor de la llamada, y el OSINT, que permite buscar información pública sobre la víctima en Internet. De esta forma, el ciberdelincuente puede hacerse pasar por una persona o entidad de confianza y generar credibilidad y urgencia en su discurso.
¿Cómo reconocer y evitar el fraude telefónico?
Para evitar caer en la trampa de las llamadas fraudulentas, es importante seguir una serie de consejos y precauciones:
- No responder a llamadas de números desconocidos o sospechosos. Si se trata de una llamada legítima, lo más probable es que nos dejen un mensaje o nos vuelvan a llamar más tarde.
- Colgar inmediatamente si la llamada es de un robot o una grabación. Estas llamadas suelen ser el primer paso para iniciar un fraude telefónico.
- No facilitar datos personales ni bancarios por teléfono. Ninguna entidad financiera o empresa legítima nos pedirá estos datos por este medio. Si tenemos dudas sobre la autenticidad de la llamada, podemos colgar y llamar nosotros mismos al número oficial de la entidad o empresa para verificarlo.
- Revisar periódicamente los extractos bancarios y las facturas telefónicas. Si detectamos algún cargo o servicio que no hemos contratado o autorizado, debemos reclamarlo y denunciarlo cuanto antes.
- Denunciar cualquier intento de fraude a las autoridades competentes. Podemos hacerlo a través del teléfono 017 del Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE) o del portal web [Oficina de Seguridad del Internauta (OSI)].
Conclusión
El fraude telefónico es una amenaza real y creciente que puede afectar a nuestra seguridad y privacidad. Por eso, debemos estar alerta y protegernos siguiendo las recomendaciones que hemos visto. Así podremos evitar ser víctimas de los ciberdelincuentes y disfrutar de una comunicación segura y confiable.