Los peritajes informáticos en el ámbito penal: concepto, requisitos y casos prácticos

Los peritajes informáticos son una herramienta cada vez más utilizada en el ámbito judicial, ya que permiten aportar pruebas técnicas y objetivas sobre hechos relacionados con las tecnologías de la información y la comunicación. Estos servicios pueden ser solicitados por particulares, empresas o profesionales del derecho a través de sitios web de servicios periciales legales. En este artículo vamos a centrarnos en los peritajes informáticos en el ámbito penal, es decir, aquellos que se realizan para esclarecer delitos cometidos mediante el uso de dispositivos o sistemas informáticos.

¿Qué es un peritaje informático?

Un peritaje informático es un informe elaborado por un experto en informática que tiene como objetivo analizar y valorar las evidencias digitales que se encuentran en un dispositivo o sistema informático relacionado con un hecho delictivo. El perito informático debe ser capaz de identificar, recolectar, preservar, examinar y presentar las evidencias digitales de forma que sean admisibles y comprensibles en un proceso judicial.

Las evidencias digitales son aquellas que se generan, almacenan o transmiten mediante dispositivos o sistemas informáticos, como por ejemplo archivos, correos electrónicos, mensajes de texto, registros de actividad, metadatos, etc. Estas evidencias pueden ser relevantes para probar la existencia, la autoría o la participación en un delito.

Los peritajes informáticos pueden realizarse por encargo de una de las partes (acusación o defensa) o por designación judicial. En el primer caso, el perito informático actúa como perito de parte y debe ser aceptado por el juez. En el segundo caso, el perito informático actúa como perito judicial y debe ser imparcial e independiente.

¿Qué requisitos debe cumplir un peritaje informático?

Para que un peritaje informático tenga validez legal, es necesario que cumpla una serie de requisitos y se realice siguiendo una metodología adecuada. Algunos de estos requisitos son:

  • Respeto al principio de cadena de custodia: este principio consiste en garantizar la integridad y la trazabilidad de las evidencias digitales desde su recolección hasta su presentación en el juicio. Esto implica que el perito informático debe documentar todas las acciones que realiza sobre las evidencias, así como conservarlas en un lugar seguro y evitar su alteración o destrucción.
  • Cumplimiento de la normativa de protección de datos personales: especialmente el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) y la Ley Orgánica de Protección de Datos y Garantía de los Derechos Digitales (LOPDGDD). El perito informático debe respetar los principios de licitud, lealtad, transparencia, minimización, exactitud, limitación, integridad y confidencialidad de los datos personales que pueda manejar en el desarrollo del peritaje. Asimismo, debe informar al interesado o al responsable del tratamiento sobre el fin y la base legal del peritaje, así como sobre sus derechos como titular de los datos.
  • Aplicación de una norma o estándar reconocido: es conveniente que el perito informático se apoye en alguna norma o estándar reconocido para realizar su trabajo, como por ejemplo la Norma UNE 197001:2011 sobre requisitos generales para la actuación del perito judicial o la Norma UNE-ISO/IEC 27037:2015 sobre identificación, recolección, adquisición y preservación de evidencia digital. Estas normas pueden servir como referencia para demostrar la calidad y la profesionalidad del peritaje informático ante el juez o las partes.

¿Qué casos prácticos se pueden resolver con un peritaje informático?

Los peritajes informáticos pueden aplicarse a una gran variedad de casos prácticos en el ámbito penal, como por ejemplo:

  • Delitos informáticos: son aquellos que se cometen mediante el uso de dispositivos o sistemas informáticos, como por ejemplo el acceso ilícito a datos o sistemas, la interceptación o alteración de comunicaciones, el daño o sabotaje informático, la suplantación de identidad, el phishing, el malware, el ransomware, el ciberacoso, el ciberespionaje, el ciberterrorismo, etc. El peritaje informático puede servir para determinar la existencia y la autoría de estos delitos, así como para cuantificar los daños causados.
  • Delitos contra la propiedad intelectual e industrial: son aquellos que vulneran los derechos de autor o las patentes sobre obras o invenciones protegidas, como por ejemplo la piratería, la copia ilegal, la falsificación, el plagio, etc. El peritaje informático puede servir para identificar y valorar las obras o invenciones objeto de infracción, así como para estimar el perjuicio económico sufrido por el titular de los derechos.
  • Delitos contra la intimidad y el honor: son aquellos que afectan al derecho a la propia imagen, al secreto de las comunicaciones o a la reputación de las personas, como por ejemplo la difusión de imágenes o vídeos íntimos sin consentimiento, la revelación de datos personales o confidenciales, la injuria o la calumnia, etc. El peritaje informático puede servir para acreditar la existencia y la procedencia de estos contenidos, así como para evaluar el impacto o el daño moral causado a la víctima.
  • Delitos contra la libertad sexual: son aquellos que atentan contra la voluntad o el consentimiento de las personas en materia sexual, como por ejemplo la agresión sexual, el abuso sexual, el acoso sexual, la pornografía infantil, el grooming, etc. El peritaje informático puede servir para verificar y datar las comunicaciones o los contenidos relacionados con estos delitos, así como para identificar a los autores o participantes en los mismos.

Estos son solo algunos ejemplos de los casos prácticos que se pueden resolver con un peritaje informático en el ámbito penal. Sin embargo, existen muchos otros tipos de delitos que pueden tener una componente informática o digital que requiera de un análisis técnico especializado.

¿Cómo elegir un buen perito informático?

A la hora de elegir un buen perito informático para realizar un peritaje en el ámbito penal, es importante tener en cuenta una serie de criterios y factores que garanticen su profesionalidad y su competencia. Algunos de estos criterios son:

  • Formación y experiencia: el perito informático debe tener una formación académica y profesional adecuada al caso que se le plantea, así como una experiencia demostrable en el campo de la informática forense y los peritajes judiciales. Es recomendable que el perito informático cuente con alguna certificación o acreditación oficial que avale sus conocimientos y habilidades.
  • Independencia e imparcialidad: el perito informático debe actuar con independencia e imparcialidad respecto a las partes implicadas en el proceso judicial, sin dejarse influir por intereses personales o económicos. El perito informático debe ser honesto y transparente en su trabajo y en sus conclusiones.
  • Disponibilidad y compromiso: el perito informático debe estar disponible y comprometido con el caso que se le asigna, respetando los plazos y las condiciones establecidas. El perito informático debe estar dispuesto a colaborar con el juez o las partes, así como a ratificar su informe en el juicio si fuera necesario.
  • Calidad y rigor: el perito informático debe realizar su trabajo con calidad y rigor, siguiendo una metodología contrastada y utilizando las herramientas y los recursos adecuados. El perito informático debe elaborar un informe claro y completo, que contenga todos los datos y las pruebas necesarias para sustentar sus conclusiones.

Estos son algunos de los criterios que se pueden tener en cuenta para elegir un buen perito informático. Sin embargo, no siempre es fácil encontrar un profesional que cumpla con todos ellos. Por ello, es recomendable contar con el asesoramiento y la colaboración de una empresa experta en peritajes informáticos como Perito Legal, que ofrece servicios de calidad y garantía en este ámbito.

Conclusión

Es cierto que los peritajes informáticos se han convertido en una herramienta clave en los procesos judiciales penales, ya que permiten analizar y valorar las evidencias digitales que pueden resultar determinantes para la resolución de un caso. Sin embargo, para que un peritaje informático sea válido en un proceso judicial, es necesario que el perito informático tenga un conocimiento especializado y una actuación rigurosa en su desempeño.

Por este motivo, es importante conocer en profundidad el concepto, los requisitos y los casos prácticos de los peritajes informáticos en el ámbito penal, para poder elegir adecuadamente un perito informático que realice un trabajo profesional y eficaz. En este sentido, es recomendable buscar y contratar los servicios de peritos informáticos experimentados y confiables.

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